La Acalasia es uno de los muchos trastornos del sistema digestivo. Está relacionado con el esófago, por eso se conoce también como Acalasia Esofágica. Se presenta, en cualquier edad y género, pero sólo en un pequeño porcentaje de la población; por lo general entre los 30 y 40 años de vida.
Acalasia significa “falta de relajación”. Al comer es indispensable que el esófago se relaje, permitiendo el paso de los alimentos hacia el estómago. Si no es atendida correctamente, puede durar por tiempo indefinido.
Las personas que padecen Acalasia no pueden deglutir la comida debido a una falla en el esófago. El movimiento de éste (relajarse o contraerse) está regulado por neurotransmisores. El paciente con Acalasia tiene un desbalance de los neurotransmisores, que provoca que el esófago no se relaje.
La Acalasia puede ser causada por infecciones, parásitos, cáncer, una respuesta anormal del sistema inmunológico o antecedentes familiares hereditarios.
Entre los síntomas de la Acalasia están:
El diagnóstico de la Acalasia puede confundirse con Reflujo, Hernia Hiatal o Enfermedad Gastroesofágica por Reflujo. Sin embargo su tratamiento es muy diferente; de allí deriva la importancia de que el médico esté capacitado.
Para determinar que una persona padece Acalasia es común que se someta a radiografías o endoscopía. Es la mayoría de los casos se requerirá cirugía para corregir el problema. Recientemente, se han empezado a usar inyecciones de Bótox (toxina botulínica) con el fin de detener los espasmos del esófago. Lamentablemente el efecto del Bótox es temporal, puede durar de 6 a 9 meses y el problema regresará. Debido a eso, sólo es recomendable en personas que tengan algún impedimento para ser operados.
También es aconsejable que el paciente con Acalasia evite consumir irritantes como alcohol, cafeína (en café o tés), chocolate, mentas, chicle, picantes, cítricos, etcétera.
¿Tienes dudas sobre Acalasia o alguna otra enfermedad del sistema digestivo? Contáctame.
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